Si eres de los que echa de menos algunos preparados menos saludables del pasado como frituras, horneados, etc. un deshidratador te puede ayudar a elaborar esas elaboraciones más emocionales. No es un electrodoméstico imprescindible, pero si eres cocinitas, seguro que te va a enamorar.
Hay muchos deshidratadores de diversa gama en el mercado, y todos intentan imitar la acción del sol y la brisa sobre los alimentos, de manera que puedes «secar» alimentos y elaboraciones para conseguir efectos parecidos (pero a baja temperatura) a lo que conseguirías con algunos métodos de cocción menos respetuosos con los nutrientes: horneado, pochado, salteado e incluso fritos. Sólo necesitas las recetas adecuadas, y para eso ya me tienes a mí, ¿verdad? Encontrarás recetas tanto en mi blog como en mi libro Raw Food Anti-aging.
La idea de deshidratar es poder controlar la temperatura para preservar al máximo los nutrientes, fitonutrientes y encimas de nuestros alimentos. Las elaboraciones con deshidratados suelen ser largas, pueden oscilar de entre 2 horas a 48 horas o más. Pero no te espantes, son electrodomésticos que consumen muy poca energía y los puedes dejar funcionando de manera autónoma mientras tú haces otras cosas; piensa que son una especie de secador–ventilador, no necesitan de mucha energía, y, definitivamente mucha menos que un horno convencional. En este caso, slow y low van de la mano para ofrecerte estas posibilidades más emocionales pero más honestas y respetuosas.
De toda la oferta del mercado, a mí el más sencillo ya me parece bien, pero hay preparados que seguro necesitan unos mínimos. Y este deshidratador Dorrex cubre estos mínimos. Lo tienes en versión con bandejas de acero inoxidable o de PP —un plástico considerado ecológico— libre de BPA. El deshidratador Dorrex tiene como ventaja que ocupa menos espacio que los deshidratadores con puerta como Sedona o Excalibur. Con el Dorrex puedes ampliar la cantidad de bandejas hasta diez, de fábrica viene con tres bandejas y el resto lo puedes comprar aparte. Así que si no estás seguro, siempre puedes comprar la «versión reducida» y luego ampliar.
No deshidrata de manera tan homogénea como los deshidratados Sedona o Excalibur —este último es el que mayor homogeneidad de deshidratado consigue—, sobre todo en la primera bandeja más cerca de la salida del aire, pero sigue siendo muy completo, con su temporizador y termostato y tiene una característica de la que carecen los Sedona y Excalibur: Dorrex te permite poner el termostato a 0, es decir, puede utilizar sólo aire sin calor.
Sus bandejas son suficientemente altas como para que puedas preparar elaboraciones un poquito más altas —panes, pasteles, bollitos, troceados más gruesos… Encontrarás recetas de ete tipo en mi libro Raw Food Anti-aging y en este blog. Esta altura en un deshidratador sencillo es un must, porque sus bandejas, como ves en la foto, no son regulables al contrario que las bandejas extraíbles de los Sedona y Excalibur.
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