A parte de ser una manera ideal de reducir los residuos de alimentos, esta receta es súper nutritiva y deliciosa. Depurativa y energizante, como todas las recetas que incluyen semillas licuadas. Las semillas de melón contienen vitamina A, B6, B12, B17, D, E , K, niacina, riboflavina, tiamina, ácido pantoténico, betaína y colina. También son ricas en minerales: calcio, potasio, hierro, magnesio, sodio, cobre, zinc, fósforo, manganeso y selenio. Esta receta es muy sencilla, cómo no; y al mismo tiempo compleja a nivel nutricional. Y deliciosa. ¡Pruébala!
El melón es un gran amigo de la eliminación, es un gran diurético y alcalinizante, contiene vitaminas A, del grupo B y C, es muy rico en minerales y contiene todos los aminoácidos esenciales —las proteínas que nuestro organismo no puede sintetizar— y los contine en grandes proporciones. El melón es de muy fácil digestión, aunque tiene mala fama debido a la mala costumbre que existe de consumirlo de postre y en grandes cantidades. Entonces, sienta mal porque fermenta y no se digiere bien; todo un cuadro bien clásico. De ahí viene el dicho: «Melón, por la mañana, oro; por la tarde, plata; por la noche mata». Pero no hay que hacer ni caso, el melón siempre sienta bien a cualquier hora del día, siempre y cuando se coma apartado de las comidas con el estómago vacío y esperemos unos veinte mintuos antes de comer nada más; para entonces, ya se habrá digerido y no habrá nada de qué preocuparse. El melón ayuda a limpiar el tracto gastrointestinal, así que es muy beneficioso para mantener la salud a parte de ser mineralizador y energético.
Ya sabes, melón para hoy y leche de melón para mañana. Es tan sencillo, sólo hay que remojar las semillitas, batir y filtrar.
Necesitarás:
• las semillas de un melón, aproximadamente una taza, déjale también la fibra que viene con las semillitas
• 1/2 litro de agua filtrada o de manantial, o hervida a temperatura ambiente (o 1 litro si quieres una bebida más aguada o simplemente más cantidad)
• unas gotas de estevia, asegúrate que tenga los principios activos, y no se un refinado más. Yo la compro en un buen herbolario, para asegurarme.
Método de preparación
En un recipiente de cerámica o cristal, pon en remojo durante la noche (o durante 8 horas) las semillas sobrantes de un melón. Sólo añade agua hasta cubrir las semillas. Puedes dejar la fibra de alrededor de las semillas en este remojo, también.
Al día siguiente, descarta el agua y enjuaga las semillas con agua filtrada. Bate las semillas y la fibra con el agua filtrada o de manantial en una batidora de vaso. Usa un colador o una bolsa para hacer leches vegetales para filtrar la leche; guarda en una botella de cristal en la nevera la que no vayas a consumir en el momento. Endulza con la estevia al gusto, sólo una par de gotitas por vaso es más que suficiente, ya sabes que la estevia tiene un poder endulzante bien eficaz.
Puedes tomar esta leche en ayunas, a lo largo del día como refresco, o a la hora de merendar acompañada de algo de fruta. Es realmente deliciosa.
¡Bon appétit!