Alright! Parece que hace mucho tiempo que no publico por aquí, ¿verdad? La verdad es que sí, entre talleres, clases y master classes, másters, publicaciones en revistas y mi libro que ya se publica esta primavera de 2016 (apunta la fecha, el 4 de abril ya lo encontrarás en librerías y online), la verdad es que no he dejado de escribir, inventar y reinventar más y más recetas… Y toda esta actividad no me ha permitido publicar tan frecuentemente por aquí.
¿Quién me hubiese dicho que publicaría tantísimas recetas en tan poco tiempo?
Pero recuerda que si te gustan mis recetas y quieres nuevas, piensa que en Soy como como y Ets el que mentes voy publicando una vez al mes. También publico en la revista Cuerpo Mente, no siempre mensualmente, pero este abril, por ejemplo, va a salir un número donde he podido escribir 3 artículos muy bonitos… yo sé que te van a encantar. Así que sigo divulgando tanto como puedo, para que llegue la semilla de la alimentación consciente a la mayor parte de personas posible. Súper feliz con esta ya no tan nueva faceta.
Pero, bueno, hoy lo que quiero es compartir contigo una súper receta bien especial, para hacer galletitas sin gluten, nutritivas, deliciosas y ricas en fibra en un abrir y cerrar de ojos.
No es necesario hornear, como siempre, y ni siquiera es necesario utilizar el deshiratador.
Para estas galletitas he utilizado harinas muy especiales que no son de cereales ni de frutos secos, así que no contienen gluten y tampoco alérgenos: las harinas de coco y de chufa.
Ambas tienen un contenido mucho menor en carbohidratos que las harinas de cereales y tienen un índice glucémico bajo, con lo que son ideales también para las personas que tienen problemas con los niveles de azúcar en sangre (diabetes y prediabetes), y son muy ricas en fibra.
La harina de coco es rica en muchos de los nutrientes que necesitamos a diario, entre ellos, contiene todos los aminoácidos esenciales, las proteínas que nuestro cuerpo no puede sintetizar, tiene altos niveles de cobre y manganeso, es rica en magnesio, fósforo, selenio y zinc y también contiene, en menor cantidad, potasio, sodio, hierro y el complejo de la vitamina B.
Es también rica en grasas saturadas de cadena media, estas grasas son de las más saludables, fáciles de digerir y nos ayudan a metabolizar. Nuestro hígado las quema enseguida, las utiliza como combustible, con lo cual, las grasas del coco no sólo no engordan sino que nos ayudan a controlar el peso y a producir energía diaria sostenida sin necesidad de recurrir a los azúcares —ni siquiera los más saludables y naturales—. Es una maravilla de harina para una repostería bien saludable y culpa cero.
Se elabora a partir de la carne del coco joven (también se le llama coco verde) una vez parcialmente desgrasada y deshidratada, y no a partir de las láminas de coco viejo seco o el coco rallado.
Si la utilizas como sustituto de las harinas de cereales, se necesita utilizar menos cantidad, ya que absorbe mucho líquido y se incha bastante.
La otra harina que he utilizado, la de chufa, es simplemente maravillosa. Hace tiempo que la iba buscando y por fin Salud Viva hace unas semanas que ha empezado a distribuirla en España. Nosotros tenemos la suerte de poder utilizar este tubérculo cuyo uso es de tradición muy antigua. Su harina es un poquito más áspera que la tradicional, pero combinada con aceites y grasas saludables es maravillosa y suave como una seda. A las chufas, y su harina, las podríamos considerar un superalimento milenario del Mediterráneo y su uso documentado se remonta al Antiguo Egipto. A la Península la introdujeron hace siglos los pueblos árabes y desde entonces es un cultivo típico de la huerta valenciana, con el que se elabora una de las leches vegetales más populares y deliciosas, la horchata. Las chufas son un alimento muy nutritivo, ricas en aminoácidos esenciales, ácidos grasos esenciales, fibra, vitamina A y E y en los minerales potasio, hierro, magnesio, socio, calcio y fósforo.
Como nos explica Salud Viva en su web, las chufas son unos pequeños tubérculos que constituían el 80% de la cieta paleolítica de nuestros ancestros, hace unos dos millones de años. Contienen un almidón muy resistente, una fibra prebiótica que resiste la digestión y se convierte en combustible para nuestras bacterias probióticas, favoreciendo el tránsito y la salud intestinal. Unos 28 g de harina de chufa contienen el 40% de la fibra diaria recomendada. Las chufas son extraordinariamente ricas en nutrientes y no contienen gluten.
Las chufas son un tubérculo duro (se encuentra deshidratado en las tiendas) y áspero. Puedes intentar molerlas tú para hacer tu propia harina, aunque si no tienes electrodomésticos muy potentes no te va a quedar una harina suave como la que se comercializa que está preparada con molinos industriales.
Ingredientes
Tiempo de preparación: 10 min Tiempo de cocción: no necesita Listo en: 1 hora
Para 12 cookies
1 T de harina de chufa
1/2 T de harina de coco
1 c de vainilla en polvo
1/4 c de sal del Himalaya
1/4 T de sirope de flor de coco o sirope de arce
1/2 T de aceite de coco, en estado líquido
1/4 T de gotas o trocitos de chocolate negro raw o de nibs de cacao puro
Método de preparación
Combinar las harinas, la vainilla y la sal en un bol y mezclar homogéneamente con una espátula o cuchara.
Añadir el aceite de coco derretido, el sirope de flor de coco y las gotas de chocolate y combinar con la espátula hasta obtener una mezcla modelable.
Dividir la masa en 12 porciones diferentes, dar forma de bolitas y chafar dando forma de galletitas.
Refrigerar en la nevera una hora antes de consumir.
Las cookies que no se consuman al instante, se pueden guardar en un bote de cristal en la nevera durante semanas. Aunque ya verás que será difícil que sobrevivan un día.
Bon appétit!
Hola Consol, vivo en Bs.Aires, y no conozco la harina de chufa, incluso no sè si hay….
me encanta tu receta y quisiera reemplazarla por otra, cuàl me indicàs, y si uso la misma cantidad?. Gracias, por tu generosidad. Maureen
Hola, Maureen,
pues prueba con harina de almendras, que es el único fruto seco, junto con el coquito de Brasil, que es alcalinizante y muy digestivo.
Un abrazo, guapa, y gracias por comentar!
Consol
Hola!!! Que bien, un libro tuyo!!! Espero que tenga recetitas dulces que se te da tan bien hacerlas!!! Como se llamara? Háznoslo saber por favor. Esta receta me la imprimo por que estoy segura que la haré más veces.
GRACIAS CONSOL!!
Sí, un regalo del Universo para mí, y espero que también para vosotros. Lo acabo de publicar en la barra lateral de este blog.
A lo largo de la semana iré publicando más cositas del libro.
También me puedes seguir en las redes sociales, como ahí me cuesta menos tiempo publicar, generalmente publico antes. Y luego con tiempo y con cariño, actualizo mi blog.
Un abrazo, preciosa. Gracias a tí por comentar y estar tan ilusionada… ¡Yo no quepo en mí de alegría, últimamente! ¡Je, je!
¡Muas!
Consol
Hola, Consol. Acabo de descubir tu blog gracias a Soycomocomo y me ha encantado. Soy una nueva «fan» de la comida crudivegana y, por el primer vistazo que he echado a tu blog, me parece espectacular. Por aquí me quedo encantada. Un abrazo
Preciosa,
muchas gracias por tu comentario. Un placer tenerte a bordo. Feliz de poder serte de inspiración.
Un abrazo,
Consol
Hola, Consol!!
He encontrado esta receta y pienso probarla. Igual es una obviedad, pero no veo cómo mezclar el sirope de flor de coco al leer la preparación. Se junta con las harinas y el aceite de coco? Se barniza tras poner el chocolate? Mil gracias por la respuesta, estoy deseando leer ya tu libro, me lo autoregalaré en breve para mi cumpleaños.:)
Hola, guapa,
gracias por avisarme, vaya, se me pasó añadir el sirope de flor de coco junto al resto de ingredientes húmedos, se mezclan todos para hacer las galletitas.
¡Qué bueno lo que me explicas sobre mi libro! Ya me contarás qué te parece.
Un abrazo,
Consol