En otoño es ideal acompañar nuestras comidas con caldos tibios o calentitos, hidratantes y remineralizantes, con alimentos ricos en vitaminas, minerales y fitonutrientes que ayuden a reforzar nuestro sistema inmune. De esta manera, vamos preparándonos para el invierno que vendrá.
Lo importante es pensar en nuestra cocina y nuestra despensa como en una paleta de colores, ya que todos estos nutrientes necesarios para una salud equilibrada pintan nuestros alimentos con los colores del arcoiris. Así que nada más fácil que hacer la compra pensando en los colores que vas a comer y no preocuparse tantísimo por memorizar «la lista de la compra ideal». Asegúrate que compras alimentos blancos, amarillos, naranjas, rojos, rosas, morados, violetas, azules, verdes–verdes–verdes, beige, marrones, grises, negros. Piensa en comprar mucha hoja siempre, que es muy digestiva, nutritiva, depurativa y combina con cualquier otro alimento. Y, sobre todo, no te olvides de añadir mucha verdura, vegetales, hortalizas de temporada y fruta fresca de temporada bien madura y preferiblemte local. Haz de estos alimentos la base de tu alimentación y deja que el resto sean sólo añadidos puntuales, o tus caprichos —que todos tenemos—. Procura comprar siempre de temporada y orgánico para evitar químicos de herbicidas, pesticidas y de abonos químicos. Si tus alimentos son orgánicos, lávalos sólo, no les quites la piel y procura comer las semillas —si son comestibles, se entiende que el limón, por ejemplo lo pelamos, ¿eh?—. Pero si no son orgánicos, haz justo lo contrario, ya que los químicos se acumulan en la piel y las semillas de frutas, frutos y vegetales; y evita aquéllos alimentos no orgánicos que no puedes pelar.
Ahora que es otoño, lo ideal es poner interés en las raíces que vienen cargadas de minerales, azúcares naturales, vitaminas… Pon en tu paleta zanahorias, rábanos, remolachas, nabos, chirivías… Puedes añadirlas a tus ensaladas cortadas bien finitas o ralladas o prepararte una cremita como la que te dejo hoy aquí, una cremita de remolacha tibia.
Sí, sí, tibia, tibia. Recuerda que podemos calentar nuestros alimentos hasta 38 ºC sin que les pase nada a nivel nutricional y lo ideal sería no sobrepasar nunca los 42 ºC. Si no tienes manera de medir la temperatura, utiliza tus manos para medirla. Que tus alimentos no quemen, pero que tampoco estén fríos… y, listos, nada es complicado si nos ponemos manos a la obra con cariño y dedicación.
Y, bien, aquí te dejo la receta para esta cremita que es una maravilla en el otoño. Compra la remolacha con sus hojas, señal de que es fresca, y utiliza sus hojas también que son riquísimas en nutrientes.
Tiempo de preparación: 5 min Tiempo de cocción: no necesita Listo en: 5 min
Para 2 personas
Ingredientes
Para la cremita
3 remolachas medianas con sus hojas, lavadas y troceadas
1 manzana golden, con la piel y el corazón, troceada
2 tazas de agua filtrada, tibia
1 cm de jengibre, pelado
1 pellizquito de sal marina o del Himalaya o 1 c. sopera de tamari
1 pellizquito de pimienta negra recién molida (opcional)
Para decorar (opcional)
2 c. soperas de tamari
2 c. soperas de sirope de arce (no es crudo)
1 c. sopera de semillas de cáñamo pelado
2 hojitas de albahaca
Método de preparación
Colocar todos los ingredientes en una batidora de vaso y batir hasta obtener una crema bien suave. Servir en unos cuenquitos o platos bonitos y decorar al gusto.
¿Has visto lo sencillo que es comer bien y disfrutar? Pues ya sabes, ¡ahora te toca a tí!
¡Bon appétit!
Consol, qué tipo de batidora de vaso utilizas? Vitamix? Estoy preocupada con el plástico Tritan del vaso de Vitamix, parece que no es lo sano que parecía… Qué opinas?
Gracias,
Carme
Hola, Carme,
No, no utilizo Vitamix sino Blendtec, el plástico de la jarra es libre de BPA.
Un abrazo,
Consol