¿Leche de pomelo? Bueno, no tan rápido, leche de nueces y pomelo; pero sí, leche de…
Pero, ¿se le puede llamar “leche” si no es de origen animal? O, ¿es incorrecto y tenemos que llamarle “bebida de”?
Hace unos días , leyendo un artículo online sobre las bondades de las leches vegetales, me encontré con una rotunda aseveración respecto al nombre de este tipo de bebidas. Dice el autor, hablando de la leche de avena en concreto:
“Lo primero que hay que saber es que se llama bebida de avena, no leche de avena; ya que etimológicamente la leche sólo puede salir de una mama, y las bebidas vegetales son eso, vegetales.”
Me chocó, lo confieso, que un artículo aparentemente serio enfocado a hablar de las bondades de las leches vegetales comenzase con una reflexión tan filológica que, por otra parte, es muy incorrecta.
“Leche”, si pensamos dos veces, quiere decir bastantes cosas más que el alimento nutritivo que las hembras mamíferas producen para alimentar a sus crías. Desde acepciones más coloquiales, hasta las bebidas vegetales, pasando por las leches en cosmética, se utiliza la expresión “leche” con diversos significados.
La Real Academia de la Lengua Española recoge de manera oficial nueve significados para la expresión “leche”, la tercera acepción recogida en su diccionario reza así:
3. f. Jugo blanco obtenido de algunas plantas, frutos o semillas. Leche de coco, de almendras
Así que si quieres llamarle leche a tu bebida vegetal, es 100% correcto, 100% ético, 100% saludable, 100% delicioso; lo mismo que si le llamas bebida vegetal. Tú eliges.
Desde mi humilde punto de vista, hay que tener cuidado con las correcciones sobre el lenguaje y evitar ser prohibitivo. El lenguaje es una herramienta comunicativa y creativa, está viva y evoluciona con la necesidad de expresar ideas, conceptos, emociones…
A nosotrxs, los que queremos mejorar y ayudar en el cambio ético, nos va muy bien poder jugar con el lenguaje y proponer alternativas y nombres en la dieta que sean familiares y que se relacionen en seguida con alimentos, experiencias y emociones asociadas a antiguas dietas menos éticas, menos sostenibles y menos saludables.
Así que si le queremos llamar hamburguesa o albóndigas o filetes o nata o leche o paté a algo que hayamos preparado con sólo vegetales para acercar a un público menos familiar con una alimentación basada en plantas, ¿por qué no lo íbamos a hacer?
A mí, sinceramente, me gusta más el término “leche” que “bebida vegetal”. Si pienso en «bebida vegetal» me vienen un montón de ideas y asociaciones a la mente, y ninguna relacionada con una bebida blanca, dulce y nutritiva que me remonta a una infancia feliz. Así que les voy a seguir llamando “leche” a mis leches vegetales (excepto a la horchata, que a estas alturas el nombre me resuena tanto que no se lo cambiaré por leche de chufas… aunque leche de chufas me suena súper, ¡ha!). Es más, como “leche” (vegetal) consta como término recogido en el diccionario oficial de la lengua, quiere decir que hace muuuucho tiempo que existen estas leches; por ejemplo, recuerdo que de niña la leche de almendras se encontraba en farmacias como una especie de suplemento alimentario natural o como un sustituto saludable para personas con colesterol malo alto.
Bueno, no me alargo más, y aquí te dejo la receta de leche para incluir en tu operación bikini. Sólo lleva dos ingredientes y se prepara en un santiamén.
Leche de pomelo
Tiempo de preparación: 5 min Tiempo de cocción: no necesita Listo en: 8 horas
Para 2 vasos
Ingredientes
1 puñado de nueces, remojadas durante la noche y lavadas
1 pomelo grande, sin la piel y troceado
Método de preparación
Combinar los ingredientes en una batidora de vaso y batir hasta obtener una mezcla muy suave.
Colar para descartar la pulpa utilizando un colador de malla fina o una bolsa para hacer leches vegetales.
El pomelo, a parte de ser una fruta cargada de vitamina C y betacarotenos (favorecen la salud del sistema inmune y la salud de la piel) es un estimulador del metabolismo, ayuda a disolver y quemar las grasas acumuladas, a perder peso y ayuda al hígado a desintoxicarse de manera natural.
Las nueces, a parte de ser ricas en proteínas y grasas saludables, contienen zinc, un oligoelemento muy antioxidante, y también vitamina E, vitamina imprescindible para muchas funciones de nuestro organismo y estrechamente vinculada a la salud de la piel. También contienen magnesio, calcio y boro, nutrientes muy interesantes de incorporar a nuestra dieta para reforzar la salud de nuestros huesos. Pero aún hay más, las grasas saludables de los frutos secos y las semillas, no sólo son buenas per se sino que ayudan a disolver las grasas no saludables acumuladas en nuestros vasos sanguíneos, beneficiando así la salud del sistema cardiovascular. Eso sí, no dejan de ser grasas, con lo que su consumo no tiene que ser elevado para no saturar a nuestro hígado; con un puñadito al día es más que suficiente.
Ya ves, deliciosa combinación desde todos los puntos de vista, ideal para un tentempié o un aperitivo mientras preparas la comida en casa y te cuidas por dentro y por fuera.
¿Listos para la operación bikini con esta leche deliciosa? Bueno, con esta receta también mimarás tu piel: operación bikini y piel de sirena.
¡Bon appétit!
Me gusta , y estoy interesada , me gustaria saber como se hace :), y si puede enviar mas cosas asi por mi correo porfavor , gracias
Hola, Norma,
¡está explicado en el post, abajito del todo!
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K