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Limonada casera, la bebida más alcalinizante

Parece ser que las vacaciones de verano de este año ya pasaron a la historia, aunque el verano continuará durante algunos días más. De hecho, éste es mi mes favorito del verano, cuando el calor no aprieta tanto y las noches refrescan. Aunque este año, hemos disfrutado por estas latitudes  de un agosto peculiarmente lluvioso que ha refrescado mucho las temperaturas y ha ayudado a limpiar el aire cargado de las ciudades. Me encantó este agosto, como éste, por mí, ya pueden venir todos los demás.

Pero como decía, como aún es verano, aquí vienen algunas ideas refrescantes para bebidas y helados de hielo 100% alcalinizantes.

Primero te quiero aclarar que, personalmente, yo no tomo alimentos fríos ni helados. Hace años que no los hecho de menos, la verdad. Es curioso, pero estoy convencida que es un efecto de la dieta que ya hace años que sigo. Es lo mismo que en invierno, que no hecho de menos los alimentos calientes; pues, en verano, tampoco hecho de menos los alimentos fríos. Es más, ni siquiera me sientan bien. Esto es algo que me empezó a ocurrir el año pasado, no me caen bien los alimentos fríos, ya se puede derretir el asfalto en la calle, ¡ha!. Así que este verano no he tomado siquiera un agüita fresca, y los pocos postres fríos que he podido preparar han sido semifríos, o helados para compartir. Me parece una reacción interesante, la de mi cuerpo, que cada vez habla más claro delante de antiguos hábitos que no son muy saludables —y que son simplemente culturales, no biológicos—, como pueda ser ingerir cosas frías.

Los alimentos a temperaturas frías son agresivos para nuestro sistema digestivo, contribuyen a la solidificación de las grasas a nivel interno y nuestro cuerpo tarda más en procesarlas ya que necesita más energía en el procesamiento de alimentos fríos que en el de los tibios o a temperatura ambiente o, mejor aún, a temperatura corporal. Puede que esto te suene extraño, pero así es.

En mi caso, ya hace muchos años que me preocupo muchísimo por mi alimentación y mi salud —y la de mis seres queridos— y de no tratar de someterme a nigún estrés innecesario —por pequeño que sea—, y, por esto, los alimentos fríos no están en mi día a día. Desde antes del 2009, de manera gradual y muy intuitiva, pasé de una dieta vegana con cocinados y muchos crudos a tomar sólo alimentos en su estado más puro y natural posible. Este camino, precisamente, hizo que eliminase muchos alimentos que no se pueden consumir si no están cocinados o alimentos fríos, helados o congelados. Y, sinceramente, la mejora en cuanto a niveles de energía y salud es indescriptible. Siempre la recomiendo.

Desde hace ya mucho, una de las cosas que nunca falta en mi cocina es una buena limonada alcalinizante, o un agüita con zumo de limón recién exprimido. Es con lo que suelo romper el ayuno nocturno cada día. El agua con limón es maravillosa y una de las mejores aportaciones que puedas hacer a tu dieta. Lo ideal es tomarla tibia, a temperatura corporal, para no destemplar el cuerpo.

Créeme, incorporar agua con limón a tu día a día es una de las mejoras decisiones que puedas tomar: ayuda a la digestión, limpia tu organismo (es diurética), estimula el sistema inmunológico, equilibra los niveles de PH, ayuda a limpiar la piel, da energía y mejora el estado de ánimo, promueve la curación de las heridas, refresca el aliento, hidrata el sistema linfático, ayuda en la pérdida de peso.

Yo con limonada tan sólo como desayuno me encuentro fantástica y llena de energía hasta que llega la hora del almuerzo. Pero si te sientes con hambre, lo mejor que puedes hacer es comer fruta ácida como tentempié a media mañana: naranja, pomelo, kiwi, frutos del bosque. La fruta ácida la digerimos mejor por la mañana y al medio día. La fruta ácida es la más saludable, la realmente alcalinizante y la más digestiva. Es más, la fruta ácida por la mañana es una gran aliada de tu páncreas, pues tiene un índice y una carga glicémica más bajos que los alimentos o frutas dulces favoreciendo la estabilidad de los niveles de azúcar en sangre y la producción de insulina, y actúan como detoxificantes favoreciendo la salud del hígado.

Romper el ayuno es un acto diario de gran importancia, aunque incorrectamente se nos ha enseñado a desayunar con cereales, mantequillas, bollería y mermeladas…. o con frutas secas y grasas. Es lo peor que podríamos hacer, intoxicar al cuerpo de buena mañana o interferir en su etapa de detox diaria rompiendo el ayuno con azúcares y grasas, que para nada son depurativos. Hay quien desayuna con fruta dulce, bueno, es mucho mejor opción, pero, por lo que comento más arriba, no es la mejor de todas. En todo caso, anímate a empezar el día con tu zumo de limón o tu limonada y, si te da hambre, puedes seguir tomando zumos o frutas, pero mejor que sean ácidas y mejor aún si son zumos o batidos verdes. Verás, sentirás una ligereza y una energía insospechadas. Si necesitas inspiración para los zumos y batidos verdes, recuerda que hace ya mucho que voy publicando recetas para zumos verdes en mi página en Facebook i en Instagram, anímate y échales un vistazo.

Hay a quien le preocupa que el ácido del limón o las frutas ácidas le dañe el esmalte de los dientes. Bueno, diluido en agua, no debiera preocuparnos. Y si nos preocupa, podemos hacer enjuagues con agua (no cepillar inmediatamente) después de tomar nuestra limonada o beber la limonada con una cañita, para evitar al máximo el contacto con los dientes.

Puedes prepararte tu agua con limón cada mañana, el zumo de medio limón en un vaso de agua tibia. O puedes preparar una limonada que tomar a temperatura ambiente, no sólo por la mañana sino a lo largo del día. Es súper refrescante y no necesita nevera. En la nevera, siguiendo la receta más abajo, te durará unos tres días, porque contiene también la pulpa del limón y la piel que ha sido batida y parcialmente filtrada (aunque mucha parte ha sido descartada), no sólo el zumo; cosa que hace que esta limonada se oxide menos rápidamente. Aunque lo suyo sería tomarla al instante de prepararla, para minimizar cualquier pérdida de nutrientes.

Así la he preparado este verano y se ha convertido en poco tiempo en mi bebida preferida, y en la preferida de quien la probaba. Tiene un fondo amarguito, por la piel del limón, muy suave, y un equilibrio dulzón perfecto que es 100% saludable y una nota salada que ayuda a redondear los sabores.

Tiempo de preparación: 5 min Tiempo de cocción: no necesita Listo en: 5 min
Para 1 litro de limonada

Ingredientes

3 limones, con la cáscara y troceados
3/4 litro de agua de manantial o filtrada
1/4 taza de agua de mar
1/2 c. pequeña de estevia líquida con los principios activos

Método de preparación

Colocar la mitad del agua y los limones en una batidora de vaso y batir hasta que los limones queden finamente batidos. Filtrar con la ayuda de un colador o una bolsa de hacer leches vegetales. Incorporar de nuevo el zumo obtenido a la batidora junto con el resto de ingredientes y batir brevemente, sólo para incorporar bien todos los ingredientes.

Ya está lista tu limonada. Verás, de sabor es imbatible y, de efecto, inmejorable.

Si te apetece tomar algo más refrescante que esta limonada refrigerada o a temperatura ambiente, puedes prepararte un granizado de limón. Es refácil. Sólo tienes que congelar en una cubitera la mitad de la limonada que has preparado. Una vez tengas los cubitos, bate con la otra mitad de la limonada que no has congelado en una batidora de vaso.

Granizado de limón

Recuerdo que de pequeña en casa se hacía granizado de limón a partir de la preparación de un almíbar con azúcar blanco; pero el azúcar blanco no nos hace falta, ¿verdad? Así que nosotros le podemos añadir unas gotitas de estevia. Recuerda, no todo lo que encuentras en el mercado como estevia es saludable, tienes que asegurarte que tiene los principios activos —los componentes medicinales de la estevia— y no que sea un refinado más.

Helados alcalinizantes

Y eso no es todo. También puedes preparar helados de hielo con trocitos de fruta ácida rellenando moldes para helados con la limonada y fruta a tu  gusto. En la foto, yo he utilizado kiwi, pomelo, naranja y frutos del bosque. Te aseguro que no hay helado más alcalinizante y saludable que éste. Seguro, seguro que te sorprenderá, por muy sencillo que parezca. Como plus, es también una manera más de seguir incorporando a tu dieta —y a la de los más pequeños de la casa— fruta y alimentos naturales. Todas las ocasiones son buenas.

¡Bon appétit!

2 comentarios

  1. Laura dice

    Hola!
    Gracias por este consejo y esta receta de zumo de limon, que buena pinta.
    Una pregunta. Igual lo has explicado mil veces y pido mil disculpas pero es la primera vez que leo esta pagina web, que me parece muy interesante!
    El agua de mar…. Se compra? se hace? se recoge? (espero que no porque el mar no me pilla muy cerca 😉
    y me parece muy interesante la explicación de el por qué del agua de mar en otra receta tuya. pero… cómo se hace? agua con sal????cuánto de cuánto?
    Gracias

    • Hola, Laura,

      es verdad, ésta es una pregunta frecuente.

      El agua de mar, la puedes recoger de aguas limpias. Pero también la encuentras en tiendas de alimentación bio o en herbolarios.

      Prepararla con sal no es lo mismo. Le tendrías que encontrar las proporciones de sal y no contendría lo que contiene el agua de mar y que la hace bien interesante: trazas de todos los minerales de la tabla periódica.

      ¡Gracias a tí por comentar! Espero que te sirva la receta para preparar tu propia limonada!

      Besos,

      K